¿Qué es un despido disciplinario?

Un despido disciplinario es una forma de extinción del contrato de trabajo que se produce cuando el empresario decide poner fin a la relación laboral debido a un incumplimiento grave y culpable del trabajador.

Está regulado en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores (ET) en España.

Causas del despido disciplinario

Algunas causas más comunes (según el art. 54 ET) son:

Faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad.

Indisciplina o desobediencia en el trabajo.

Ofensas verbales o físicas al empresario, compañeros o familiares.

Transgresión de la buena fe contractual o abuso de confianza (por ejemplo, robar o filtrar información).

Disminución voluntaria y continuada del rendimiento de trabajo.

Embriaguez o toxicomanía habitual si repercute negativamente en el trabajo.

Acoso por razón de origen racial, religión, discapacidad, orientación sexual, etc.

ELIGE TU ROL

Efectos y consecuencias para el empresario:

Debe cumplir con las formalidades legales, especialmente:
- Entregar una carta de despido detallando los hechos y la fecha de efectos.
- En algunos casos, seguir el procedimiento disciplinario establecido en el convenio colectivo o el expediente contradictorio (si el trabajador es representante sindical o delegado de personal).
Si no puede acreditar los hechos o no respeta el procedimiento, el despido puede ser:
- Improcedente: el empresario deberá readmitir al trabajador o pagar una indemnización (33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades).
- Nulo: si se demuestra discriminación, vulneración de derechos fundamentales o despido en situaciones protegidas (embarazo, baja por maternidad, etc.), el trabajador debe ser readmitido obligatoriamente y se le deben pagar los salarios de tramitación.

Efectos y consecuencias para el trabajador:

No tiene derecho a indemnización.
(A diferencia del despido objetivo o improcedente).
Tiene derecho al finiquito, es decir:
- Salario de los días trabajados hasta el despido.
- Vacaciones no disfrutadas.
- Pagas extraordinarias proporcionales.
Puede perder el derecho a prestación por desempleo si el despido es declarado procedente (aunque si se califica como improcedente o nulo, sí podrá cobrar el paro).